Cierto día llegó el punto en el que decidí dejar de destinar el mayor porcentaje de compras de artículos de vestir y accesorios en el comercio regular, aquel en el que hay que acercarse a la tienda.
Comprendí que lo que quería no lo encontraba, y que las propuestas que me ofrecían otros medios eran las mas acertadas.
Casi desde los 7 años aproximadamente he vivido en Cartagena, y aquellos que la conocen saben que a pesar de ser puerto marítimo y destino turístico mundial, no es una ciudad grande ni tiene una amplia oferta de moda, en comparación con otras ciudades colombianas.
Cabe destacar que en Colombia sí hay propuestas nuevas, de vanguardia que imponen su marca, se encuentran en sus primeros años de vida, cuentan con poca comunicación en los medios y tienen una opción de compra que han sabido explotar, mientras que otras no se han dejado llevar por ese canal: el online.
Soy una websurfer sin miedo. Cada día encuentro marcas de diseño, que no sabía que existían, y allí es cuando pienso: el sector moda debe democratizarse, no debe ser para unos pocos, ni aglutinarse, sino ser variedad en el mercado.
El punto focal del asunto y en orden de lograrlo, es crear una comunicación efectiva y un canal de venta adecuado.
La cuestión es que no todos los diseñadores cuentan con la inyección monetaria para lograr crecer y conformar una tienda con todas las de la ley, que les permita expandirse a nivel nacional o internacional, de acuerdo a sus planes de negocio. Y sobretodo, un nicho que acepte las propuestas.
Tal vez por esta razón, es que se han volcado al comercio online, que permite segmentar, analizar, mostrar y vivir en interactividad con su público objetivo, y ademas de haber crecido o adoptado este entorno, es mas receptivo a lo alternativo y poco tradicional.
He encontrado marcas de joyería que no tienen nada que envidiarle a propuestas de otros países, marcas de ropa que demuestran el esfuerzo de comunicación y de mercadeo para realizan, el emprendimiento puro.
Y es que este ha servido no sólo para el crecimiento del diseño independiente, sino también de lo que llamo "tiendas de variedades online", aquellas que se dedican a vender lo que se puede conseguir normalmente en el comercio tradicional, cambiando la vitrina por la comodidad de la pantalla de tu celular, computador o cualquier dispositivo móvil.
Con la creciente apertura de perfiles y páginas en Facebook para este tipo de comercio, las principales marcas que se ofrecen son de procedencia americana: Forever21, abercrombie, aeropostale, tiffany and co, toms, entre otrás, mientras florece paralelamente un nicho distinto: el de la vestimenta made in china.
Ya Forever21 abrió sus puertas en Bogotá, Aeropostale lo he visto en almacenes Éxito, falta poco para que las demás marcas ingresen formalmente en el mercado colombiano, de eso no hay duda.
¿Cómo podrán afrontar estas tiendas de variedades tal fenómeno de entrada?
Ahí la propuesta de valor del diseño indendiente escalará a lo mas alto pues cuentan con una identidad y objetivos fieles a su esencia.
Siempre lo original es un plus. Por eso, considero que de ahora en adelante las marcas de diseño independiente deben arraigarse mas a sus nichos y metas.
Pero ha quedado un cabo suelto, ya hablamos de lo "americano", y ¿lo made in china?.
Esa gente sabe lo que hacen: los chinos son la voz de la experiencia en cuanto a la producción en masa, a bajo costo.
Si usted teclea en Facebook "ropa japonesa", "importados", "ropa china", empezará a encontrar referentes de lo que me refiero. (Nombro japonesa, porque hacen parte del volumen de importaciones, pero en menor medida).
De allí en adelante, encontrará sitios que incluso han desarrollado imagen corporativa y un canal de comunicación extraordinario con sus clientes, lo que no reprocho porque hay emprendimiento, y buen manejo del mercadeo.
Es cierto que las piezas que ofrecen son de precios relativamente bajos, comparados con los del comercio nacional, lo que resulta atractivo a leguas, permitiéndoles ganar cada día seguidores o amigos en sus respectivas cuentas.
Lo que la mayoría no sabe, se entera hasta que le llega su pedido, o se dá cuenta después de un uso o dos, es que la calidad es necesaria, y que esa no es precisamente la especialidad de los chinos, que son expertos en reproducir tendencias europeas y americanas.
La próxima vez que compre importados chinos, reflexione que a lo mejor va a terminar repagando, contribuirá a la explotación de los salarios, no tendrá una prenda con un ciclo de vida decente, se verá barato (a menos de que cuente con suerte) y lo mas triste, le ha dado la espalda al diseño independiente COLOMBIANO.
