Ear-love: tiempo de earcuffs

Sutiles, atrevidos, eclécticos, agresivos, sin límites, capturadores de miradas. Con esta mezcla de adjetivos resulta un accesorio que muy pocas se atreverían a llevar, pero que es una verdadera statement piece: los ear cuffs.

Su estética puede evocar una Grecia antigua, una rocker o punker, desde lo sweet candy, étnica chic, hasta un look de inspiración hindú, la razón de los ear cuffs es ser piezas contundentes.

                         

Resultan especialmente atractivos aquellos que se combinan con spikes, hojas, algunos incluso imitando animales como serpientes, dragones, patas de aves y pulpos.

Son un híbrido de arete con abrazadera, algunos se limitan a pasar por la parte trasera de la oreja mientras que otros se saben acomodar solamente en el lóbulo.

Se pueden convertir en un buen proyecto de DIY, ya que con un alambre y algunas cuentas se puede hacer un sencillo ear cuff handmade, eso sí, la inversión de tiempo es grande, pues hay que confeccionarlo encontrando las curvas específicas para que encaje perfectamente en la oreja, y por supuesto, la habilidad al manejar los implementos no puede faltar, así el resultado no lucirá nada burdo.

Imagen vía  http://junkshopgirl.blogspot.com

Desde comienzos de 2012 se han visto rondando en la web, y han hecho aparición en pasarelas. Fueron una de las golosinas visuales que acompañaron el styling de la pasarela de Leal Dacarett en Colombiamoda 2012.

Imagen vía Camara Lúcida.

Los ear cuffs son un clásico, que no habían vuelto con tanta fuerza como para este año, y no son nada nuevo, ya que desde los años 30 viene esta pieza, popularizada por Marcel Boucher, joyero francés, que produjo una serie inspirada en líneas naturales creada especialmente para enmarcar esa zona femenina. De hecho, cuando quedé enamorada de ellos, lo comenté con mi madre, quien no se mostró muy exaltada pues dijo que ya los conocía.

Imagen via Bebloggera

Desde luego, este tipo de tendencias es retro, atrevida, cuasi-vintage, radical y que requiere de un gusto delicado, pues hay que tener carácter para llevar una pieza que reclama protagonismo.